Los candidatos al Senado por la Coalición “Sigamos Haciendo Historia en Nuevo León”, Waldo Fernández y Judith Díaz, presentaron la propuesta de campaña “Mujeres Fuertes, Infancias Sanas” enfocada en garantizar la alimentación a mujeres embarazadas y a la primera infancia de manera universal.
Enfatizando la importancia fundamental de una buena alimentación desde el embarazo, los candidatos destacaron que la falta de una nutrición adecuada durante esta etapa crucial puede tener repercusiones significativas en el futuro de nuestras infancias, afectando su crecimiento y aprendizaje.
La UNICEF, expusieron los candidatos, subraya además la necesidad de que las embarazadas y madres lactantes mantengan una alimentación nutritiva para garantizar el desarrollo saludable de sus bebés y prevenir problemas de salud.
Sin embargo, dijeron Fernández y Díaz, la realidad en México muestra una disparidad preocupante en cuanto al acceso a una alimentación adecuada.
“Pese a que gracias a la Cuarta Transformación, el Gobierno Federal ha logrado disminuir la carencia alimentaria en su nivel más bajo ¡en seis años!, en nuestro país todavía 3 de cada 10 personas enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria” argumentó Díaz.
El reto en Nuevo León es particularmente destacado, agregó Fernández, con un 11.7% de la población teniendo dificultades para acceder a una alimentación nutritiva y de calidad. La desnutrición está en aumento, afectando desproporcionadamente a mujeres y menores de edad en la región.
Ante esta realidad, los candidatos están comprometidos a trabajar desde el Senado para garantizar el acceso universal a la alimentación para mujeres embarazadas y la primera infancia, con el objetivo de cuidar a las madres y a los hijos.
Waldo Fernández y Judith Díaz enfatizan que invertir en la salud y el bienestar de las mujeres y los niños es invertir en el futuro del país.
La propuesta “Mujeres Fuertes, Infancias Sanas” refleja un compromiso claro con el bienestar y el desarrollo integral de la sociedad, con la convicción de que el acceso universal a una alimentación adecuada es un derecho fundamental que debe ser garantizado para todos.